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Descubre la curiosa historia de las latas de conserva

Las latas de conserva siempre han sido un gran aliado. Las conservas han formado parte fundamental de la dieta de aquellas personas cuyos oficios les obligan a desplazarse, como los marineros o los miembros del ejército, quienes se pasaban muchos días fuera de casa y necesitaban conservar los alimentos el mayor tiempo posible. 

Hoy en día, las latas de conserva forman parte de la alimentación de cualquier persona, debido a que te permite alimentarte de una manera fácil y sencilla. Además, estos alimentos cada vez alcanzan mayores niveles de calidad, como es el caso de las conservas de Real Conservera, un producto gourmet de atributos excepcionales.

En el post de hoy, te queremos contar la historia de estos alimentos envasados, cuándo se utilizaron por primera vez y quiénes fueron los primeros en utilizarlas. 

Conservando alimentos desde tiempos Prehistóricos

Los grandes descubrimientos que se han realizado a lo largo de la historia nos ha permitido conocer cómo vivían los antiguos pobladores del planeta. Una de las cosas que se ha podido averiguar es que, desde la Prehistoria, el ser humano ya buscaba la manera de conservar sus alimentos por largos periodos de tiempo.  Esto se sabe gracias a los restos de especies marinas que se encontraron en cuevas alejadas de la costa y que tienen más de 20.000 años de antigüedad. La forma de conservar estos alimentos era mediante la salazón o el secado al aire libre, técnicas que también se emplean en la actualidad.

Con el paso del tiempo, aparecieron las primeras conservas de mermeladas y encurtidos que se preservaban empleando miel, vinagre y aceite. Pero no fue hasta el siglo XIX, cuando se comenzaron a utilizar las conservas envasadas como las conocemos en la actualidad. El gobierno francés encargó al confitero Nicolás Appert la creación de unos envases que permitiera al ejército conservar sus alimentos por largas temporadas. Su método consistía en introducir los alimentos en un recipiente de vidrio, taparlo con un tapón de corcho y ponerlo en agua hirviendo durante un tiempo para esterilizarlo. A este método se le conoce en la actualidad como el “Método Appert”.

Años más tarde, un comerciante inglés llamado Peter Durand estudió nuevas formas de conservar los alimentos y descubrió que los envases de hojalata tenían más ventajas que los envases de vidrio. Durand decidió patentar los envases de hojalata y esos fueron los inicios de las conservas en lata que conocemos en la actualidad. 

La internacionalización de este producto se dio de la mano de Thomas Kensett, uno de los tantos ingleses que emigraron a América. Allí, Kensett patentó el envase de hojalata en el país y abrió una fábrica de conservas en Nueva York y que hizo que este producto se extendiera por el continente.

Otro hito importante en la historia de las latas de conserva es el desarrollo de la pasteurización por parte de un químico francés llamado Louis Pasteur. Este método, utilizado en la actualidad, es una manera efectiva de eliminar los microorganismos que puedan estropear los alimentos y, en consecuencia, hacerlo más duraderos.

Todos estos avances nos han permitido conservar los alimentos durante largas temporadas. En la actualidad, las latas de conserva aguantan mucho más y conservan los alimentos intactos, permitiéndonos disfrutar de ricos manjares como los de Real Conservera en cualquier momento y en cualquier lugar.